
ACLARANDO CONFUSIONES: LA DIETA, EL COLESTEROL EN LA SANGRE Y EL CORAZÓN
El año pasado, fue publicado un estudio nutricional que generó la atención de la prensa y por ende, comentarios y polémica, pues dijo lo que muchos querían escuchar: que las grasas no eran tan malas como se decía, es decir, que no afectaban al sistema cardiovascular. Esto ha generado una gran confusión acerca de la ingesta de grasa, el colesterol en la sangre y los efectos en la generación de infartos. Quiero aclarar en esta nota algunas de esas confusiones:
Se trata de un estudio observacional, el cual se basó en cuestionarios realizados a miles de personas en cuanto a su dieta y luego en la observación de dicha población por varios años, tratando de relacionar el tipo de dieta con la evolución de la persona en el tiempo. Lo que se encontró fue que los carbohidratos se relacionaban más con la enfermedad cardíaca y las grasas incluso con la reducción de la misma.
Al respecto, en las sociedades científicas saltaron voces que dijeron que un solo estudio no podía cambiar toda la evidencia acumulada en años, y que relaciona la grasa con la enfermedad cardíaca Asimismo, se cuestionó la real validez del estudio, puesto que es observacional y no comparativo.
Mi comentario al respecto:
Primero que nada, aclarar que la ingesta de grasa NO es sinónimo de nivel elevado del colesterol en la sangre. Este depende de la combinación de genética y alimentación, siendo la genética, por mucho, el factor más importante. Es por eso que vemos personas con hábitos de vida muy saludables que tienen colesterol elevado a pesar de sus esfuerzos, y gente que no se cuida en lo más mínimo y que tiene el colesterol en rangos normales. Por lo tanto, la dieta es una parte, pero no lo es todo.
Primer punto: Dieta alta en grasa no equivale necesariamente a colesterol elevado en sangre.
El otro tema es que el infarto es producido por la inestabilidad de las placas que tenemos en las arterias, y esto SI está relacionado directamente con el nivel de colesterol, específicamente el LDL (conocido como “colesterol malo”). Tan es así, que siendo el nivel límite del LDL de 130 mg/dL, en personas que ya tienen enfermedad coronaria se recomiendan niveles debajo de los 70 mg/dL de LDL.
Segundo punto: El nivel de colesterol en la sangre, específicamente el LDL, SI está relacionado con el infarto.
En conclusión, una dieta rica en grasa no necesariamente va a subir su colesterol, esto dependerá de su genética, pero el colesterol elevado, si le puede producir un infarto. La evidencia científica seguirá apareciendo y los conceptos seguirán evolucionando. Mientras tanto se recomienda tener hábitos de vida saludables y chequeos periódicos de sus niveles de colesterol.