EL EJERCICIO AERÓBICO

EL EJERCICIO AERÓBICO

El ejercicio aeróbico regular ha demostrado disminuir la probabilidad de sufrir un infarto o un evento cardiovascular en personas sanas, en personas con factores de riesgo cardiovascular y en personas que ya tienen una enfermedad cardiaca.

Los mecanismos son varios. El ejercicio influye en el aumento de la performance cardiaca (lo que hace que el corazón requiera menos oxígeno que un corazón no entrenado para un determinado esfuerzo), en la mejora en la función de las arterias, en la disminución del sobrepeso y de los niveles de colesterol, así como también en el retardo de la aparición de enfermedades como la hipertensión arterial o la diabetes mellitus. El sedentarismo, por el contrario, es considerado como un factor de riesgo cardiovascular.

Pero no cualquier ejercicio es beneficioso para el corazón, el ejercicio del que hablo es el ejercicio aeróbico, el cual es lo suficientemente suave como para durar aproximadamente una hora, pero lo suficientemente intenso como para terminar cansado (no exhausto). Algunos ejemplos clásicos, dependiendo del entrenamiento y la edad de cada persona, pueden ser la caminata, el trote, la bicicleta, la natación, el tenis, la gimnasia, el baile, etcétera. Si usted realiza deporte con regularidad, puede hacer algo más intenso, pero en caso contrario su actividad física debe ser menos enérgica e ir aumentando de intensidad semana a semana. Un ejercicio realizado durante una hora por tres o cuatro veces a la semana es suficiente para mantener su salud cardiovascular.

La frecuencia cardiaca máxima es la frecuencia de pulso aproximada en la cual el ejercicio pasa de ser aeróbico a anaeróbico. No es un número exacto, puesto que es un proceso. Tampoco significa que no se pueda pasar de dicha frecuencia, ya que se puede pasar por periodos cortos de tiempo sin que esto sea un riesgo en una persona sana. La frecuencia cardíaca máxima se calcula de la siguiente manera:

Hombres: 220 ─ edad = Frecuencia cardiaca máxima

Mujeres: 210 ─ edad = Frecuencia cardiaca máxima

Para que el ejercicio sea saludable manténgase a un 75-85% de su frecuencia cardiaca máxima. Si cuenta con algún dispositivo electrónico que le brinde esa información, úselo. Si no lo tiene no se preocupe, usted puede aprender a medir sus pulsaciones. Ahora, si es mayor de 65 años o tiene alguna enfermedad cardiaca, es bueno contar con el mencionado dispositivo.

Nunca haga ejercicio por encima de sus posibilidades. Si presenta algún síntoma como dolor de pecho, cansancio exagerado o sensación de desvanecimiento, detenga la actividad física y acuda a un centro médico para ser evaluado. Asimismo, si usted ya padece alguna enfermedad cardiaca, hágase una evaluación con su cardiólogo antes de empezar.

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