LA ARRITMIA CARDÍACA

LA ARRITMIA CARDÍACA

Una arritmia cardíaca es una condición en la que el corazón late con un ritmo alterado, ya sea muy lento, muy rápido o de manera desordenada. Para entenderlas, es necesario explicar cómo funciona el sistema eléctrico del corazón:

El corazón tiene un centro de comando, llamado nódulo sinusal, el cual genera impulsos eléctricos a intervalos de entre 60 y 100 impulsos por minuto, los cuales son transmitidos por estructuras parecidas a cables eléctricos, llamadas haces a un segundo centro, el nodulo aurículo ventricular, el cual a su vez, retransmite los impulsos hacia las ramas izquierda y derecha, encargadas de distribuir el impulso eléctrico por los ventrículos. Esto produce la contracción del músculo cardiaco y la expulsión de sangre hacia las arterias. El paso de la sangre es lo que percibimos como el pulso. El centro de comando o nódulo sinusal, recibe información del resto del cuerpo, por lo que acelera o disminuye su ritmo de acuerdo a las necesidades del cuerpo. Por ejemplo, si usted realiza ejercicio, el cuerpo requerirá más oxígeno para los músculos, por lo que automáticamente, el corazón latirá más rápido. Si usted duerme, las necesidades serán menores, por lo que los latidos serán más lentos.

 

En ocasiones, y por diversas causas, el sistema eléctrico del corazón puede estar enfermo o afectado por otros problemas cardíacos o medicamentos, generando alteraciones en el ritmo o arritmias.

Existen arritmias de varios tipos, que para fines didácticos podemos dividir en:

Arritmias lentas o bradiarrítmias, que son aquellas en las que el corazón late muy despacio. Esto se produce porque los impulsos son generados con mucha lentitud o hay problemas en los tejidos encargados de su transmisión, conocidos como bloqueos.

Las arritmias rápidas o taquiarritmias, que son aquellas en las que el corazón late con mucha velocidad. Esto se produce generalmente porque los impulsos son generados por células ubicadas en diferentes lugares del corazón, compitiendo con el centro de comando o nódulo sinusal, lo que resulta en un ritmo desordenado. Existen en ocasiones vías o “cables” anómalos, los cuales producen taquicardia.

Las arritmias pueden ser generadas en las auriculas o en los ventrículos. La arritmia más común en las auriculas es la fibrilación auricular, en la cual, muchas células envían sus propios impulsos, resultando en un ritmo caótico.

 

 

Las arritmias generadas en los ventrículos son las más peligrosas, ya que en casos extremos pueden degenerar en arritmias malignas que producen paros cardíacos.

Los síntomas que produce una arritmia son muy variados y dependerán del tipo de arritmia, la severidad y las condiciones cardiacas asociadas que puede presentar el paciente. De manera general, una arritmia lenta se manifiesta con cansancio, falta de aire, mareos o desmayos, y una arritmia rápida con palpitaciones, dolor de pecho, sudoración o mareos.

El tratamiento de las arritmias cardiacas dependerá del tipo de arritmia y de la causa de la misma, puede ir desde medicamentos y marcapasos hasta intervenciones o cirugías. Una vez controlada, la vida del paciente es totalmente normal, siempre siguiendo las indicaciones de su médico.

 

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